Seiun wo Kakeru. Capítulo 7

Autor: Hizen Fumitoshi

Traductor ingles: Hachidori108

Traductor español: Olixx 9999 - HunterStars Translation

Capítulo 7 - El anillo

Una vez que Eiji logró obtener un martillo de hierro en su posesión, la producción comenzó a progresar.

No importa lo que diga, es una herramienta que todo herrero debe tener.

Las siguientes herramientas que son esenciales para el proceso de forja son: un yunque, pinzas para fuego, cincel y tijeras.

Todos ellos son herramientas pequeñas; por lo tanto, toma menos tiempo forjarlas. Sin embargo, para que sean herramientas satisfactorias, se necesitan otras 2 semanas. Todavía quedaban dos semanas hasta el plazo prometido de tres meses.

El tiempo empleado no fue corto; sin embargo, logró obtener lo minimo que nesesitaba. Lo más importante son las herramientas que usará. No importa cuán hábil sea un herrero, siempre que una herramienta no sea adecuada, no podrá hacer nada satisfactorio. Al igual que la relación de un deportista con su equipo. Un buen trabajador no culpa a su herramienta, es lo que uno dice, pero para producir el mejor efecto en una obra de arte, uno tiene que elegir la brocha correcta.

Además del martillo, hay una lamina hecha de hierro que se usa para despojar el óxido de hierro. Hay más de un centenar de tamaños diferentes, algunas pesan incluso unos pocos cientos de kilos.

En este período, para hacer un horno estándar, se requiere una cantidad de tiempo mucho mayor. Los factores clave para acortar ese tiempo son los arreglos preliminares y la estructura de un horno. Por eso, uno no tiene tiempo para destruir un horno viejo, ni siquiera dedicar tiempo a la reparación.

Y el hecho de que puedas hacer laminas de metal, una tras otra, sin tener que apagar el fuego, es una gran ventaja. Entonces, para que un horno derrita la lamina, se necesita mucho tiempo para calentar el horno a la temperatura adecuada.

Estos son los asuntos relacionados de hacer un horno. Eiji estaba dentro del taller.

El estado en el cual un horno está llameando ardientemente con un fuego también se llama hodo [1] .

Dentro de la cabeza de Eiji, surgieron muchas herramientas que deben hacerse. Estaba Philip, el leñador, a quien le encargo el suministro de leña. Hacer un hacha y una sierra para el de pocas palabras, Philip, seguramente lo haría feliz.

Luego Fernando, a quien prometió hacer herramientas de carpintero como una sierra y un plano.

Aún más razón para cumplir, a quien utilizó todo su esfuerzo para construir este taller, ademas porque está haciendo una carretilla para transportar los minerales.

Además, había muchas otras herramientas agrícolas para hacer, como una pala, azada, guadaña y arado.

Aún así... dejando todo eso de lado, había una cosa más que quería hacer primero.

Algo que él quería dar y de quien quería recibirlo.

Dentro de su corazón, apareció la silueta de una chica, Tanya.

La viuda que vivía en el pueblo de Siena [2] . A pesar de ser una persona bella y joven, uno podía ver las dificultades escondidas en ella misma.

Su trabajo diario supuestamente se volvió más fácil desde que comenzó a vivir con Eiji. No importa cuán bien progrese el trabajo de Tanya gracias a la senbago, al final, no contribuye a la producción de trigo. Eiji podía imaginar a Tanya inclinándose ante otros aldeanos, para recibir algo de comida. Pero no había dudas; esto podría, como mucho, ser lo mínimo.

A pesar de esto, Tanya no tenía ninguna queja hacia Eiji. Probablemente quiera comer y vestirse mejor. El corazón de una chica es, después de todo, difícil de entender.

Pero, Eiji no podía seguir dependiendo de su bondad. Por lo tanto, quería devolver el favor con todo lo que tenía, y ver su cara sonriente más que nada.

Eiji no podía imaginarse lo feliz que sería ver a la chica que vivía con el bajo el mismo techo sonriéndole.

- ¡OKAY! ¡Vamos a hacerlo!

Eiji, que estaba lleno de espíritu, tomó un pequeño pedazo de placa de metal y lo puso en el horno.

Luego comenzó a usar un par de fuelles.

Estos se construyeron de modo que pudiera soplar el viento empujando o tirando.

Por eso, cada vez que lo empujaba, podía liberar el viento, y no había ningún problema de que el viento se detuviera una vez que volvía a su estado normal.

Era muy conveniente, ya que podía ayudar a mantener la temperatura adecuada, mientras enviaba el aire regularmente.

Era una placa de metal, por lo que se tiñó de rojo rápidamente.

"Hacer heno mientras brilla el sol. [3] "

Una frase que todo herrero debería saber.

Cuando corta la placa de metal con un par de tijeras, la coloca sobre el yunque y, al usar un cincel, se abre un agujero en la hoja. Luego, al insertar el cincel, comienza a formar la hoja de metal en una forma en que la golpeará.

kin, kin, kin: se podía escuchar el sonido rítmico y repetitivo de golpear el hierro. Sentía como si le arrojaran un balde de agua, ya que sudaba constantemente, pero a pesar de eso, no dejaba de concentrarse en su trabajo. Para crear un producto bien hecho, debes poner tu corazón en él. En este caso, incluso el más mínimo movimiento de las puntas de los dedos era una cuestión de vital importancia.

Una vez que la temperatura baja, toma tiempo hacerlo tomar forma.

Calentando, y luego golpeando la plancha mientras está rojo carmesí. Este es un procedimiento repetitivo común para forjar. No hay una manera fácil.

Después de eso, comienza a formar un aro desde la hoja metálica plana. Un aro pequeño, estrecho y delgado. Esto fue un anillo. Originalmente, planeó agregar una perla, sin embargo, porque todavía tiene que hacer un pedestal, no pudo.

Calienta el anillo en el aceite, volviéndose negro oscuro. Luego, terminado el temple, lo enfría. Finalmente, podía sostener el producto final en su mano. Incluso en esta aldea, los ornamentos son bienes de lujo que solo pueden ser provistos por personas con estatus.

Hacerlo con plata u oro sería una buena idea, es lo que pensó. Sin embargo, ahora que se ha convertido en herrero, Eiji no tiene que preocuparse por eso.

Lo que Eiji más quería era darle a Tanya era este anillo de hierro.

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Una vez que se hizo en tarde, Eiji regresó.

Quería dar este anillo como agradecimiento por lo que Tanya había hecho por él. Sin embargo, este hecho lo hizo sentir avergonzado.

Lo mejor sería casualmente ver a Tanya, y elegir el momento adecuado, pero por alguna razón no pudo calmarse.
Mientras miraba a Tanya, de pie frente a la cocina, Eiji jugueteó con el anillo dentro de su bolsillo.

- ¿Qué pasa?
- No, nada en particular.
- ¿Es eso así? Pero pareces inusualmente nervioso.
- ¿Es-es así? Creo que esto podría deberse al hambre.
- Oh. Hoy tenemos pescado para la cena, así que espera con ansias.

El pescado solo se podía comer una vez por semana, ya que hay un número limitado de ellos en el río. En este pueblo se considera normal comerlos por turnos.

Después de colocar los platos, se podía ver pan negro, pescado de río frito sazonado con hierbas y sopa salada hecha con vegetales cultivados en otoño. Debido a que se usó carbón para cocinar (el carbón blanco se usa con fines de forjado), no hubo problemas para mantener el calor.

Cuando comenzó a comer, el aroma refrescante de las hierbas y la textura esponjosa del pescado caliente comenzó a extenderse en su boca cada vez que tomaba un bocado.

- Delicioso...
- Estoy tan feliz de lo disfrutes.

El pan negro se horneaba usando fuego, y su superficie estaba crujiente, como un bizcocho. En el interior, tenía una textura suave. Tomando un buen bocado, Eiji podía sentir el sabor de la cebada en su lengua.

Mientras seguía comiendo el pescado, el pan y la sopa de verduras, su estómago gradualmente se llenaba. Y la suave calidez comenzó a envolverlo.

Mientras se sobaba el estómago como diciendo que está delicioso, puedes ver una sonrisa en la cara de Tanya.

- Gracias por la comida. Fue la mejor.
- Me siento complacida.

Tanya, que comenzó a comer más tarde, también terminó su plato. Fue el mejor momento que tuvo para transmitir sus sentimientos. Mientras intentaba ordenar los platos, Eiji se paró frente a ella.

- Eiji?
- Tengo algo que quiero decirte.
- Te escucho.

Mientras Tanya se sentaba, Eiji podía sentir una tensión que se elevaba desde su interior, pero no importaba lo que ella dijera, tenía que enfrentarla.

Sí, está bien... - pensó Eiji.

Dentro, Eiji sabía que Tanya podía entenderlo, incluso si era un cambio leve. Además de eso, ella se convirtió en su pariente y estaba dispuesta a confrontarlo. No había ninguna razón para que se sintiera inseguro al contarle sus verdaderos sentimientos.

- Ayer, logré terminar de forjar las herramientas.
- Entonces tus preparativos están completos, ¿eh?
- Mañana será la fecha límite de la promesa, y comenzaré a obtener resultados.
- ¿Hay algún problema?
- Tal vez, daré resultados más allá de sus expectativas. Esto, creo, provocará grandes cambios en este pueblo y también mi estatus.
- ¿Ira esto... en una buena dirección?
- No lo sé.

Después de escuchar a Eiji, el rostro de Tanya se volvió sombrío.
Uno podría imaginar muchas posibilidades, incluso malas.

- Ciertamente, voy a estar más ocupado a partir de ahora, y tal vez habrá muchos obstáculos. No tengo familiares ni hermanos. Además de eso, no tengo recuerdos de mí mismo.
- ¿Pero yo no estoy aquí para ti?
- ¿Está bien para mí creer esas palabras?
- Por supuesto.

Sus ojos se encontraron. Ambos hablaban en serio. No hubo motivos ocultos ni mentiras.
Eiji se dio cuenta de que sus sentimientos eran más que genuinos. Puso su mano derecha en su bolsillo por el anillo, y sostuvo la mano de Tanya. Su mano era blanca y hermosa, sus dedos eran largos, y su cuerpo era delgado.

- ¿Que estas...?
-Tanya-san. Cuando golpeo el hierro, este se vuelve más resistente. Quiero expresar y asegurarte de mi amor por ti. Compartamos ambos un amor apasionado, como el ardiente hierro rojo carmesí.

Eiji lentamente inserta el anillo en su dedo anular. Podía sentir su corazón explotar en cualquier momento, sus oídos palpitaban debido al flujo de sangre, y su rostro ardía.

Eiji no esperaba ser rechazado. Tal vez uno podría decir que era bastante presuntuoso; sin embargo, Eiji sintió que vivir junto a Tanya bajo el mismo techo durante más de dos meses era algo natural.

El origen del anillo se remonta a tiempos de magia y hechicería. Se dice que el dedo anular es el más cercano al corazón. Por lo tanto, se considera como el símbolo que gobierna el corazón de una mujer.

Sin ninguna resistencia, el anillo fue colocado.

-Eiji-san... Creo que este anillo es un poco grande.
-Ajaja, lo siento por eso.
- Pero estoy feliz. Lo guardare con mucho cariño.

Tanya dio vuelta alrededor de su palma para comprobar el anillo.

De sus ojos comenzaron a fluir lágrimas. Eiji la abrazó suavemente.

Una vez su vista se encontró, sus labios se juntaron.

- Te amaré, pase lo que pase, e incluso si recupero mis recuerdos.
- Yo también, sin importar lo que suceda ni quién eres, yo te amaré.

Ese día, por primera vez, ambos dormían en la misma cama.

Al día siguiente, cuando Tanya fue a buscar un poco de agua y pedir un poco de leña, otros notaron su anillo. El rumor se extendió en un abrir y cerrar de ojos a través del pueblo. Otras mujeres se sentían celosas, pero al mismo tiempo la bendijeron por ser capaz de encontrar un buen marido.

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Notas de referencia del Traductor:

[1] : Lit. Tierra de fuego

[2] : El nombre del pueblo es Siena.

[3] : “Golpea mientras la plancha está caliente”